jueves, 11 de marzo de 2010

Vendedor de cántaros en la Corredera Capuchinos 1.899



  Vendedor de cántaros en la corredera Capuchinos, año 1.899.

   Fotografía D. Arturo Cerdá y Rico.

Arturo Cerdá y Rico nació en Monóvar (Alicante) el 11 de Octubre de 1844, y murió el 15 de Febrero de 1921 en Cabra del Santo Cristo (Jaén) de un efisema pulmonar. Cerdá era hijo de Salvador Cerdá Canicio y Aureliana Rico y Rico, ricos propietarios y comerciantes de Monóvar. En su adolescencia fue enviado a estudiar al colegio de los Agustinos de San Lorenzo del Escorial (Madrid). Más tarde fue a estudiar medicina a la facultad de San Carlos de Madrid. Uno de sus hermanos era hombre de confianza del Marqués de Salamanca, -en aquel entonces se estaba construyendo el ferrocarril entre Linares-Baeza y Almería y se ocupaba de las innumerables contrataciones que la empresa ferroviaria efectuaba-. Esa relación tenía su origen en el hecho de que Salamanca había sido alcalde de Monóvar en 1834 y los Cerdá siempre habían sido liberales, amigos y correligionarios del Marqués. Era un poco mayor que Arturo y sufrió una repentina enfermedad que requirió la presencia de su hermano médico a su lado –por entonces ejercía la medicina en Cox, su primer destino-. No sabemos con certeza que pasó con el hermano enfermo, pero la visita y la presencia de Arturo en tierras jiennenses marcó definitivamente su vida. El joven Arturo conoció y se enamoró de Rosario Serrano Caro, una rica heredera nacida en Ubeda (Jaén), que poseía muchas propiedades y una gran fortuna en Cabra del Santo Cristo, donde residía con su familia en la C/ Santa Ana nº 6.  Allí ejerció como titular de médico-cirujano y mas tarde como forense, ocupándose también de administrar las haciendas de su propiedad.

Su dedicación a la fotografía fue intensísima, de tal manera que dedicó gran parte de su tiempo y fortuna a su práctica. En 1900 construyó una nueva casa, en la C/ de la Palma nº 12, de estilo modernista pensada y diseñada para la fotografía. Este edificio lo construyeron albañiles de Monóvar expresamente trasladados para tal efecto y estaba inspirada en una bellísima casa sevillana del barrio de Triana, boceto de Jurillo. Hoy todavía se conserva en buen estado; presenta una planta cuadrada con una inmensa montera central que ilumina un patio de luz central donde se asoman todas las habitaciones, dicho patio tiene el suelo de cristal para iluminar la planta baja con luz natural. El laboratorio, tenía tres ventanas redondas con postigos, orientadas al mediodía, una con vidrios rojos, otra verdes y la tercera blancos, con objeto de poder trabajar con material ortocromático, pancromático o con la luz del día, de tal manera que podía conseguir efectos diferentes sobre los negativos. Cerdá participó en multitud de concursos donde obtuvo muchos premios y galardones, entre los que destacan los primeros premios de Valencia 1906, Madrid 1908, Londres 1909, París, etc...

http://www.cerdayrico.com/

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